Desde luego este hotel no deja indiferente, nada más llegar te reciben unas vistas increíbles de Ostuni y una vez dentro los empleados nos recibieron con un trato inmejorable, pero cuando llegas a la habitación es como haber hecho un salto al pasado, es cierto que todo estaba muy limpio pero la moqueta del suelo y el mobiliario anticuado te dejaba un poco impactado y más impactados nos quedamos cuando llegamos al área de la piscina y nos encontramos con unas instalaciones modernas y preciosas. Parecían dos hoteles distintos.
El buffet super completo y riquísimo.
Valorando pros y contras para nosotros es un clarísimo si. Solo usamos el hotel para dormir una noche y refrescarnos del calor de Ostuni, y nos resultó práctico y hasta divertido toda su extravagancia, eso sí nada de andar descalzos por la habitación.