Bungalows nuevos y muy limpios. Con todo lo necesario. Había leído buenas críticas y no me defraudó.
Desayuno muy rico .
La gente muy amable, por ponerle un pero, no me gustó la rigidez de no poder dejar a mi perrita , cachorro y pequeña, suelta, y que los gatos campen a sus anchas sin correa.
Tuvimos la mala suerte de coger una tormenta de viento muy fuerte y por la mañana había un árbol enorme en el suelo, menos mal que cayó hacia el lado contrario sino nos hubiera caído de pleno encima de la cabaña.