Estancia de dos noches en las que el relax ha sido total. Sitio muy tranquilo y silencioso, perfecto para relajarse y descansar.
La habitación no es grande, pero es suficiente y con una cama muy cómoda.
Cumplen con todos los protocolos de seguridad por el Covid. El desayuno, por ejemplo, lo sirven en mesa. Está muy bueno y saludable.
Dispone además de restaurante si se quiere cenar y una carta con innumerables tipos y marcas de cerveza y de vinos.
En definitiva, una posada muy muy recomendable.