Buena comunicación con cualquier punto de Lisboa al estar al lado del metro (última parada de la línea amarilla del metro). La zona puede parecer un poco insegura al estar en la periferia, pero no hemos tenido ningún problema y el trato de la gente es amable. Se trata de un apartamento con dos habitaciones amplias (una con cama de matrimonio y otra con cama de matrimonio y otra individual). Está completamente equipado (cocina con vitro, horno, microondas. ..). Tiene wifi gratuito. Aunque es un edificio antiguo, el apartamento está reformado muy recientemente en su totalidad. De hecho, aun hay restos de yeso o pintura en el suelo.
Su anfitrión muy atento y amable.
Lo peor: situado en una cuarta planta sin ascensor y con una presión de agua caliente insuficiente para disfrutar de una ducha en condiciones después de un largo día de caminata por Lisboa. Buena relación calidad precio a pesar de los inconvenientes que indico.