Alba es muy gentil y el hotel queda ubicado en una zona espectacular, llena de locales, restaurantes, bares y en frente del metro y trenes. Pudimos dejar las maletas el ultimo dia hasta tarde aunque el check in era hasta las 11am y luego fuimos a recogerlas sin problema. La zona es un poco ruidosa pero dormimos sin problema. Mi única recomendación es cambiar piso del baño, y la ducha, pues no hay donde colgar la ducha y le toca a uno siempre cogerla con las manos.