Horrible. De primeras la encargada de la pensión ni se presentó, solo nos pidió los datos y nos abrió la habitación. La habitación lejos de estar limpia, pues los muebles tenían polvo y encontramos un calcetín usado y sucio con polvo debajo de una cama, tenía grietas en las paredes, pintadas y restos de haber quemado la pared. Ademas la mampara de la ducha también tenía una grieta que asustaba.
Lo único bueno se puede decir que las camas eran cómodas y el pueblo por la noche es tranquilo y tiene buena localización si se quiere ir a San Sebastián en transporte publico.