Tanto el propietario como quien le representa resultan accesibles y con ganas de solucionar cualquier inconveniente. Lo mejor del apartamento son las vistas a la playa, si bien no se disfrutan del todo debido a una mesa pequeña (válida solo para 2 personas), al ruido del tráfico y al olor de un restaurante cercano (el principal problema junto al mal funcionamiento de la caldera que hacía imposible ducharse con agua caliente estable)
Cuidan detalles para agradar, tiene una muy buena equipación en general y buen aspecto, pero por lo menos en mi caso no se corresponde a lo que espero por los casi 200€/día para 4 personas