Comida muy mejorable, el primer día que cenamos allí, la cena fue inaceptable, todo frío, poca variedad y mal cocinado (incluso el arroz blanco estaba duro). Al día siguiente el hotel se llenó de viajes del Imserso y la comida mejoró un poco. Uno de los tres ascensores ha estado averiado 3 de los 4 días de la estancia, siendo toda una aventura conseguir llegar a tu planta a la hora del desayuno o de la cena. La habitación normal (dos camas grandes), no es especialmente espaciosa. Íbamos con bebé y no necesitábamos mucho espacio, pero para ir con niños que anden, es pequeña. El depósito para disponer de toallas de piscina solo se puede pagar en efectivo.