Precioso, rústico y tranquilo lugar.
Cabe destacar la atención servicial, amable y cercana del personal, en especial de Roberto, recepcionista, y la camarera del bar de la terraza, que no recuerdo su nombre. Mi enhorabuena a estos empleados que marcan la diferencia y hacen de un lugar precioso una estancia memorable.
Lugar ideal para descansar y muy cerca de la ciudad.