La atención de los recepcionistas, excelente. Amables y deseando ayudar. Ante todo. Ahora bien, al entrar en la habitación encontramos una puesta a punto deficiente: habían cambiado camas y puesto toallas, lo demás no parecía haberse tocado. El suelo estaba lleno de pelos, como la bañera. La estantería del mueble del baño tenía mucho polvo y no habían recargado el gel. Nos quedamos helados y nos dió bastante asco. Me cuesta pensar en el hotel, en cuanto estrictamente a lo que alojamiento se refiere, como un 4 estrellas. Una cosa es que haya cosas anticuadas o estropeadas y otra la falta de higiene en la limpieza.