La ubicación de la casita es ideal para estar lejos de lo habitado y a la vez cerca. Está a un volante de coche e inmersa en plena naturaleza. Las vistas son maravillosas, el entorno, puedes hacer una bonita y corta o larga excursión desde allí. La casita, El Colomar, tiene todo lo necesario. Está cuidada, limpia y decorada con todo el gusto del mundo, es acogedora y cómoda. La dueña es un encanto, me explicó todo con esmero y cuidado, las indicaciones para visitar las cercanías y fue muy amable, cercana y transmite entusiasmo. Volveré, y probaré la casita que me enseñó y también me encantó. 😊