Las habitaciones bastante antiguas y la limpieza mejorable. Lo peor es que no puedes descansar, las habitaciones están a 28 grados y no funciona el AA. Si abres la ventana, como estás al lado del Segura, te comen los mosquitos, que son enormes. Para colmo, la iglesia al lado tiene una campana que da todas las horas, de día y de noche. Todo en contra para poder descansar.