Las habitaciones sumamente austeras y en mal estado algunos detalles, como la puerta, la agarradera del baño y muy pocas conexiones de luz. Desde al entrar al pasillo de las habitaciones, hay un olor no terrible, pero sí desagradable, como a muy encerrado. No hay buena iluminación y se ve y se siente un poco deprimente.
El desayuno no lo disfruté nada, no tenía ni sabor ni calidad. Lo siento, esperaba mucho más de lo que recibí. No me volvería a hospedar aquí y tampoco lo recomiendo. El joven que nos atendió en recepción, sí fue muy amable y eso lo aprecio mucho.