Un paraiso en tierras de vinos,el hotelito esta muy bien,en todos los aspectos y el trato fantastico,las habitaciones,con encanto y sin un ruido,creo que no he estado nunca en un hotel donde no se oyeran las habitaciones contiguas,y aqui no se oyen ni los pajaros. Buenas vistas,buen desayuno,buen Spa y la television no se hecha de menos.

Es un hotelito muy tranquilo, la piscina, tumbona y cesped permitieron buena relajacion tras las excursiones de la mañana. Si bien la piscina se podia usar 24 horas el clima esos dias no lo aconsejo. La vista desde el cuarto es relajante con el Duero casi al pie. El gato es muy mimoso y caradura, te recibe en la entrada del jardin. La habitacion tiene buen tamalo y colchon, una decoracion bien pensada para su estilo, curiosa la bañera y muy pequeña la ducha. Como fuimos a relajarnos la ausencia de TV fue un plus.

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