Reservé este hotel por casualidad ya que me quedaba de camino en la ruta.
El personal super majo y atento, sobretodo el chico que se ocupa de la mayoría de las cosas.
El hotel tiene unas habitaciones sencillas, nada modernas, pero son amplias y tranquilas.
La piscina está abierta 24horas.
Decidimos cenar en el mismo hotel y fue todo un acierto, no fué nada caro...
Se puede aparcar fuera del hotel de manera gratuita.