Vine con la idea de descansar, olvidar el bullicio de la ciudad, la vorágine del día a día. Todo estaba así hasta que a las 2:30 a. m. llegan unos artistas a cantar y hacer ruido justo en frente de la habitación.
Entendía que el personal de seguridad o recepción lo impediría, pero no.
Si el concepto del hotel es la tranquilidad, no es solo promoverla, sino ejercerla.