Buscábamos tranquilidad y sosiego y el lugar encajó a la perfección.
El alojamiento está en el alto de un cerro con vistas al pueblo de Alájar y a la Peña Arias Montano con excepcionales vistas.
El acceso al alojamiento se realiza desde la carretera HU-8105 desde donde una señal nos indica un camino cuesta arriba entre alcornocales que nos lleva hasta la casa.
Debido al momento que estábamos pasando (covid-19) las medidas sanitarias obligaban a que los desayunos no estuvieron a la altura de lo que esperábamos.
Encontré falta de mantenimiento de las zonas ajardinadas, (césped, plantas). A la piscina de igual forma, le faltaba un poco de mantenimiento.
Eché en falta papeleras en todo el recinto lo que obligaba a llevar una simple lata vacía de refresco hasta la habitación y tirarla allí.
La limpieza de la habitación era a diario, excelente.
El colchón muy bueno y enorme.
La llave que nos entregaron que abría el acceso a las zonas comunes para poder tomar un café o permanecer en el Salón no abría, lo que nos impidió disfrutar de todo lo que ofrecía el establecimiento
En resumen, aunque el alojamiento tiene pequeñas carencias que se pueden corregir fácilmente, nuestra estancia fue muy agradable.
Gracias Cristina