He estado por tercera vez en este hotel. Siempre que voy a Santiago de Compostela me alojo en este hotel. Todo es perfecto: las habitaciones perfectamente limpias, las camas y almohadas cómodas, la doble ventana que aisla el ruido y poder descansar. Destacaría el gran personal, siempre dispuesto a ayudar y a hacer la estancia de los clientes maravillosa. En mi próximo viaje volveré al Praza Quintana.