Este hotel es una pasada. Llegar a tu cómoda y moderna habitación, relajarte y sentir que flotas sobre el Museo Guggenheim es inigualable. Gran locación, el
Hotel cuenta con un gran diseño arquitectónico haciendo funcional y aprovechando perfecto la configuración del terreno. Excelentes vistas al río desde la terraza que cuenta con una gran cocina. Los alimentos realmente nos parecieron extraordinarios.
Nos quedamos dos noches y fue súper cómodo. El estacionamiento también fue una aventura subir el auto en elevador, está muy exacto pero también funcional. Es una garantía llegar a los hoteles Vincci que tienen todo!!!