Hotel muy bien situado, a escasos metros de la basílica De Santiago y cerca muchos restaurantes tiendas y ocio. Las instalaciones están muy bien, la limpieza es muy buena. La habitación es amplia, limpia, cómoda, con calefacción o aire acondicionado. Cogimos un taxi en el aeropuerto y nos dejó en la misma puerta. En definitiva, si volvemos (que volveremos) repetimos seguro en este hotel.