No había aire acondicionado y hacía muchísimo calor, sólo había un ventiladorcito anticuado que hacía un ruido que no dejaba dormir. No hay suficientes contactos eléctricos para cargar celulares, había que cargarlo en el baño o desconectar el ventilador y morirse de calor mientras se cargaba el celular.
Pero Juan, el mesero, es muy amable y solícito.