Una estancia agradable, realmente faltó tiempo para disfrutar plenamente la villa.
Las atenciones fueron muy finas en todas las áreas (recepción, restaurant, cocina, servicio)
Para una comida ordenamos un huachinango a la talla, exquisito con ese sabor acapulqueño tan peculiar.
Estupendo todo, solo. me faltó mas tiempo...parta la próxima, quedé invitado...