Por un lado, no te proporcionan el tiempo suficiente para comer con calma en el buffet, hay que ir con prisa porque te echan de la mesa. Por otro lado, considero que para hacer cualquier gestión en recepción hay que esperar demasiado, en vez de una persona podría haber dos. Por último, las palas de pimpón estaban en un estado deficiente. Por lo demás bien.