Realmente lo más valioso de este hotel es su recurso humano, la gente levanta mucho el hotel con su calidez y buen servicio. Las instalaciones podrían ser mejor en el área donde está la cafetería, pero las habitaciones son cómodas y bonitas. El baño es muy importante y cumple con su función de ser bonito y funcional. Lo peor del hotel es su comida. El bufet no es para nada variado, el área de jugos es una tontería. La comida en general no es buena, pedí una naranjada y sabía a podrido. Mi hija pidió una ensalada César que le causó una infección estomacal. Urge que mejoren muchísimo en el aspecto de la comida. Por el precio dejó mucho a desear el restaurante.