Me alojé en el H10 Urquinaona Plaza y fue una experiencia excelente de principio a fin. El hotel combina perfectamente lo moderno con lo clásico: sus instalaciones son contemporáneas y funcionales, pero conservan el encanto de un edificio antiguo lleno de carácter.
Desde la llegada, el personal fue increíblemente amable y profesional. Desde recepción, pasando por los camareros hasta el personal de seguridad, todos se esmeran por brindar un servicio cercano y de calidad.
Las habitaciones son muy cómodas, impecablemente limpias y acogedoras, ideales para descansar después de un día recorriendo la ciudad. Y qué decir de la ubicación: simplemente inmejorable. Estás a pocos pasos de todo lo que vale la pena ver en Barcelona, y puedes caminar con total tranquilidad tanto de día como de noche.
Sin duda, un hotel al que volvería y recomendaría sin pensarlo.