El hotel es tan bonito como aparece en las fotos. Está lleno de detalles con mucho gusto y la limpieza es exquisita. El desayuno es excelente (cantidad, calidad, presentación). Lo tomamos casi todos los días en el maravilloso jardín acompañado de música jazz...un placer. Por último, la atención de M° Antonia y Paco inmejorable. Sin duda, un lugar para volver.