Al llegar al check-in nuestra habitación no estaba lista, nos enviaron a comer y cuando regresamos no dieron habitación de dos camas, cuando especificamos que era de una cama matrimonial, su contestación fue que eso lo que había. Nos cambiaron la habitación al segundo día, la ducha tapada, el inodoro no bajaba, el elevador del edificio dañado y era un 3er piso. Nadie nos dirigió a nuestro cuarto o por lo menos nos indicó, también cargamos nuestras maletas en varias ocasiones por todo el hotel prácticamente, por los cambios que ocurrieron. Nada o poca atención y limpieza. También mencionó lo bueno, tuvimos un buen servicio en el restaurante La Altagracia y su personal; buena comida para elegir, y las actividades muy agradables, pero en la cuestión de atención al huésped de parte de la recepción es 0.