Buena ubicación, buen servicio y todo muy ordenado y recogido. El único pero, que el recepcionista de la noche (el de gafas), antes de incriminar a ningún huésped de cometer alguna infracción, asegúrese de lo que cree que acaba de ver. Ya que puede resultar un tanto desagradable para cualquier persona, que lo increpen sin motivo ninguno. Los demás trabajadores del hostal muy majos, sobretodo la chica de la limpieza que nos atendió.