Hay más aspectos negativos que positivos ya que las paredes/techos parecen de papel. Se escucha absolutamente.
Además, las propias limpiadoras deberían de respetar el descanso de sus huéspedes. Estaban gritando por los pasillos para organizarse su trabajo y me resultó desagradable.
Por otro lado, el Chek-out siempre ha sido a las 12:00 y en este establecimiento es hasta las 11:00.
En el desayuno, a las 10:00 han cortado hasta las máquinas para ponerte agua en un vaso.
Sinceramente, con todo lo descrito, no volvería a reservar en este establecimiento.