Las instalación excelente y el entorno natural estupendo. Cuando llegamos el silencio era santo y seña de tan idílico lugar pero a nuestro regreso de los Lagos el ruido lo invadía todo. Ese fin de semana había una multitudinaria concentración motera, fiesta nocturna incluida en el hotel, por lo que el descanso se hizo complicado. Entiendo y me alegro que, más después de esta horrible pandemia, el establecimiento pueda albergar estos eventos. Pero lo razonable habría sido cerrar el hotel en exclusiva para el mismo o, en su defecto, haber avisado previamente al resto de huéspedes acerca del mismo por si querían cancelar su reserva.