La habitación daba al rio en la parte trasera, por lo tanto era más tranquila y cómoda.
La vista era muy bonita y con bastante naturaleza al frente.
La piscina estaba cerrada.
El aire acondicionado no se podía encender hasta mayo, y hacía mucho calor.
Atención amable.
El desayuno era bastante simple, no había zumo natural sino de máquina, y extremadamente dulce.