Lo mejor de todo es la atención del personal. Se han precoupado en todo momento de que me encontrara a gusto. La habitación me resultó cómoda y silenciosa. El spa, algo pequeño pero suficiente para una horita de relax. El desayuno te lo llevan a la habitación en una cestita y te lo dejan en la puerta. El día de antes debes elegir entre una lista que productos se van a querer tomar. En el baño eché en falta algún amenitie, ya que sólo había un jaboncito para manos. La ubicación del hotel es en el mismo pueblo, cerca de todo y hay sitio suficiente para poder aparcar.