Un hotel precioso ,cerca de la plaza mayor pero con mucha privacidad y calma .
Me encantó el restaurante Paprika en sus instalaciones ,platillos deliciosos para almuerzo y cena ,y el desayuno variado y rico .
Me volvería a hospedar ahí sin dudarlo
La amabilidad de todo su personal excelente.
La hora del emoliente no me lo perdi por nada para disfrutar de su patio central
Estuve hospedada 6 noches .