Nuestra habitación era enorme, sin problema para cuatro personas. Los desayunos no es que fueran demasiado especiales, pero suficientemente variados y con buena calidad. El peor punto fueron las cenas, un poco caras para el producto ofrecido y, aunque el personal hacía todo lo que podía por atender correctamente, parece que andaban un poco cortos de gente y a veces se ralentizaba demasiado el servicio.