El hotel es una casona vieja, estilo colonial, muy grande y de un diseño arquitectónico de muy buen gusto. Los cuartos son amplios, cómodos, y muy limpios al igual que el baño. Las camas son grandes y muy cómodas. La alberca no es profunda y si, segura y con agua templada. La comida y sazón del lugar es generosa. La atención del personal es eficiente y atenta. El estacionamiento es cerrado. El hotel está a una cuadra del centro histórico. Definitivamente, lo recomiendo para estancias largas, cortas con la familia o profesionalmente. Excelente opción! Les va a gustar!