El apartamento que reservamos en Biescas estaba muy viejo, pero lo peor es que estaba sucio y nada que ver con las fotos. El colchón era de espuma y no tenía funda protectora. El colchón y las almohadas amarillentas, nada higiénico. Al llegar el olor era a una casa cerrada de varios meses, y en el mobiliario muchísimo polvo.
Las mantas eran viejas y llenas de pelotillas. La TV era vieja y el mando pegado a trozos con celo.
La chica de recepción nos cambió a un apartamento nuevo en Gavín en el que sí estuvimos cómodamente los días.