La experiencia me encantó. Al principio me sentí un poco extrañada porque nunca me había hospedado en un hostal, pero tardé poco en apreciar las cosas buenas. El objetivo principal era tener un lugar limpio, cómodo y seguro dónde dormir. Eso se cumplió muy bien porque se trata de un hostal, pero cada quien tiene su propio cubículo. Todo está limpio y en orden, y la seguridad me pareció bien. Quiero mencionar especialmente que las personas que atienden son sumamente amables y tratan de ayudar en todo. Una mención especial a Jen, que te recibe y te trata como si te conociera de toda la vida. Ah, y fue muy económico. :)